Una forma diferente de mirar el mundo...

Cerramos con postigos las ventanas de nuestras mentes.
Encerramos y sometimos a los pensamientos de mil formas diferentes.
Y ellos encontraron una alternativa para brotar libres.-

martes, 23 de agosto de 2011

LILA

Algún día, Lila será un precioso corto. Mientras se hace o no realidad, queda escrito como un relato.

El Brahman es plenitud absoluta, y decir que el Brahman tiene algún propósito en crear el mundo significaría que mediante el proceso de creación querría lograr algo que no tiene. Y eso es imposible. El Brahman no puede tener un propósito al crear el mundo. El mundo es una mera creación espontánea de Brahman. Es un lila, un juego del Brahman. Se crea de la dicha, por la dicha y para la dicha. Lila indica una actividad lúdica espontánea del Brahman, a diferencia del esfuerzo volitivo consciente. El concepto de lila implica libertad y no necesidad.
Ram Shanker Misra





Recorro nervioso la distancia que me separa de ella. Se mueve ágil, rompiendo el aire que la oprime, apartando de su piel esta brisa de otoño. Saco mi libreta y me acomodo tras una esquina, para que no me vea. Anoto: Lila 534. 534 son los pasos que Lila ha dado en esta mañana. Los he contado todos, uno por uno. Estoy seguro de que no me he equivocado. Lila se para, alza su mano y acaricia con devoción un objeto que no logro ver. Mi mirada pertenece a Lila y resbala hacia sus piernas cubiertas por un pantalón, pero yo las recuerdo adornadas por gasas que se mecen al compás del aire negro. Negro de noche. Mis ojos recorren su cuerpo y mi mente evoca nuestros recuerdos. Recuerdos de cuando Lila fue mía.


Lila danza sobre una mesa. Está rodeada de nada. La luz de la luna hace brillar las cuentas que la adornan pues Lila va vestida para el baile. Danza para mí, solo para mí. Yo la observo. Sus caderas se mecen al compás de una cítara invisible. Solo podemos oírla yo y Lila. Un violín nervioso se derrama en mis recuerdos y las muñecas de Lila danzan rompiendo el aire de esa noche de verano. Huelo a jazmín, Lila huele a jazmín. Su pelo juega nervioso en mis recuerdos y me envuelve. No dejo de mirarla y los ojos de Lila penetran mi alma con la fuerza de todos los elementos que componen este mundo. Lila ordena, yo obedezco. Me levanto y voy hacia ella. La rodeo con mis brazos, y Lila no deja de danzar. Es alta y delgada, como los juncos, pero en mis brazos parece una muñeca. Lila danza, danza solo para mí. Me rodea y ejecuta perfecta esos pasos que me fascinan. No deja de mirarme. Lila nunca deja de mirarme. Las hermosas manos de Lila toman las mías. Y ríe, Lila se ríe. Lila me ríe.


La risa de Lila me trae al presente. Anoto en mi libreta: Lila 539. Ha dado cuatro pasos y ha descubierto algo en esa pequeña tienda que le ha provocado una sonara carcajada. Y Lila ya no es mi pequeña Lila. Es un ser desconocido que se ofrece generoso a todas las miradas. Pero es que Lila es mía, o al menos era mía. ¿Cuándo te perdiste, Lila? ¿Cuándo dejaste de ser mía? Mírame Lila, ¡vuelve a mirarme!. Vuelve a ser mía, yo nunca he dejado de pertenecerte. Un hombre se acerca, yo trato de ocultarme más en este recodo... El hombre besa a Lila y esa imagen hace que vuelvan a brotar mis recuerdos.


Lila está sobre la mesa y yo estoy sobre ella. Su danza ha terminado y ahora Lila va a ser mía. Totalmente mía. Sobre la mesa. Sobre la mesa en la que Lila danzaba. Sentada me rodea con sus piernas y yo tomo entre mis manos su cara, su hermosa cara. Lila me mira y yo me aproximo lentamente para ofrecerle el primer beso de esta noche de verano.


Debo anotar un nuevo movimiento de Lila, pero la rabia me paraliza. Ese hombre ha besado a Lila y ella lo ha mirado como solía mirarme a mí. ¡Lila! ¿Cuándo dejaste de ser mía? Cierro los ojos y recuerdo la última noche en que me dirigí a sus aposentos. Una voz extraña frenó mi impaciencia por verla de nuevo:


- "No te molestes, no va a volver" -recuerdo la cara pálida y pintada de aquella mujer. -"La muy cabrona ha tenido suerte, su amigo la ha retirado" - su risa estridente, sus dientes amarillos. Recuerdo que la miré sin comprender y que ella se acercó - "pero yo puedo servirte igual y por mucho menos dinero"- La mujer gritó cuando la empujé, pero ya todo me dió igual. Ni siquiera recuerdo el tiempo que pasó hasta que te encontré. Recuedo que te perdí en verano y que hoy es otoño...


Vuelvo a mirarte Lila. Solo unos pasos nos separan. Ese hombre que te ha besado se ha alejado lo suficiente como para permitirnos un breve encuentro. Me tiemblan las piernas. Tiro mi libreta. Ya no necesito contar los pasos que nos separan. Voy a recobrarte. Hoy vas a volver a ser mía. Recorro rápido el tiempo que nos separa. Borro el espacio que me impide tenerte y me pongo tras de tí. Mis manos te cogen con violencia. Te vuelves asustada. Tus ojos me miran sin verme. Tienes miedo, pero eso solo acrecienta mi excitación. Te robo un beso con violencia, con la misma fuerza que empleo en clavarte el cuchillo que te permitirá ser eterna para mí, eterna en este beso que te hará de nuevo mía. Mía para siempre, Lila. Mía.








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