Una forma diferente de mirar el mundo...

Cerramos con postigos las ventanas de nuestras mentes.
Encerramos y sometimos a los pensamientos de mil formas diferentes.
Y ellos encontraron una alternativa para brotar libres.-

domingo, 28 de agosto de 2011

JAQUE A LA REINA

Un jaque es una amenaza inmediata de capturar al rey. Esta amenaza ocasionalmente también se ha usado en el ajedrez para la amenaza inmediata a la reina, como "Jaque a la reina", aunque generalmente no se menciona este ultimo jaque y varía si se ha de mencionar o no según el reglamento seguido.







- ¿Recuerdas? -su mano se levanta, exigiéndome silencio. Es tu táctica favorita para no mover ficha. Acepto y me siento. - Siempre que escucho el cambio de guardia recuerdo la noche que apresaron a la reina.




- ¿Apresaron? -me sonríe. Vuelve a levantarse para servirse otra copa de vino. Ríe. Se sienta, pasea su mirada por el tablero y me mira. Está realmente hermosa esta noche -Yo diría que más bien se la entregamos. No debimos esperar tanto -vuelve a reírse.




-No había señales de ataque evidentes. Nos pillaron por sorpresa -he conseguido ponerlo nervioso. Retira el mechón de pelo que se le ha caído sobre la cara con vehemencia y me mira directamente a los ojos. Su profundidad vuelve a quitarme el aliento. Desvío la mirada. Huelo su embestida y presiento la tormenta. -Lo indicado era esperar.




-Ya sabes lo que opino. Cuando tu enemigo espera... ¡ataca! -se ha bebido la copa de vino de un trago. El color tiñe sus mejillas blancas, se muerde el labio. Noto su impaciencia. Los recuerdos nublan mi mente y me llevan a la noche en la que cayó la reina.




- Hubiésemos perdido a todo nuestro ejército esa misma noche. - Mira hacia otro lado, se levanta y se dirige a la ventana. Mira la luna. Suele hacerlo cuando le acechan las dudas. Y sé que duda. Sé que sabe que aquella noche cometió un error. Pero jamás lo confesará.




- Hubiésemos perdido a parte del ejército y hubiésemos ganado la guerra - se dirige hacia mí. Ni siquiera mira esta luna que invade la noche testigo de nuestras jugadas. No le hace falta, trata de buscarme, pero no me va a encontrar. Paciencia.




- Es demasiado arriesgado aventurar eso. Nunca lo sabremos ¿no crees? -deja de mirar por la ventana y clava en mí una mirada llena de burla. Me deja sola frente a la ventana y regresa a la mesa. Jaque. Pero aún queda mucha noche.




- Bueno, te recuerdo que te dije con bastante exactitud todo lo que iba a pasar.... justo la noche antes de que rindiésemos a nuestra reina -noto como mis palabras penetran en su conciencia. Ha tratado de resistirse, pero vuelve a estar nervioso. Pasa sus dos manos por el pelo.




- Dijiste muchas cosas -ha logrado su objetivo. Una vez más ha conseguido que no preste atención al juego. Ahora solo puedo pensar en aquella noche...aquella maldita noche. Supongo que fue pura casualidad pero ella me dijo punto por punto lo que iba a suceder. Pero...¿cómo hacerle caso? Era un general joven e inexperto... ¡una mujer!




- Y no escuchaste ninguna.- Se ha puesto tenso. Su mandíbula se endurece y puedo notar la opresión de sus remordimientos. Silencio. Ya he tenido suficiente por ahora.




- No -Y desde entonces no he dejado de escucharla. Vuelve a sonreír, ahora una mirada de placer acompaña a la curva de sus labios.... pero no me mira a mí, mira el tablero. Presiento la causa.




-Querido, ¡jaque a la reina!

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