
Y miré ese cuerpo desnudo.
Ese cuerpo frágil atrapado en algún lugar de mi memoria.
Un cuerpo que era extraño en aquel paisaje gris,
insinuándose cálido y suave,
azotado por la ira de un perpetuo invierno.
Y aquel cuerpo vencido por mil historias
volvió a presentar batalla, levantándose del suelo gris
rompiendo la monotonía de esa tierra helada.
Ese cuerpo desnudo que parecía frágil
se revistió del poder que permite el vacío
y sabiendo que nada tenía, ordenó a su mente perderlo todo.
Y se lanzó a aquel combate sin posibilidades
con la fuerza de un ejército armado.
Y aquel cuerpo frágil que pertenece a mi memoria
me recordó que no hay mayor victoria
que saber quién es cada uno.
Miré ese cuerpo desnudo
y me descubrí en aquel paisaje gris
helada, perdida, sabiendo que no tenía nada
y que por lo tanto podía ganarlo todo.
Ese cuerpo frágil atrapado en algún lugar de mi memoria.
Un cuerpo que era extraño en aquel paisaje gris,
insinuándose cálido y suave,
azotado por la ira de un perpetuo invierno.
Y aquel cuerpo vencido por mil historias
volvió a presentar batalla, levantándose del suelo gris
rompiendo la monotonía de esa tierra helada.
Ese cuerpo desnudo que parecía frágil
se revistió del poder que permite el vacío
y sabiendo que nada tenía, ordenó a su mente perderlo todo.
Y se lanzó a aquel combate sin posibilidades
con la fuerza de un ejército armado.
Y aquel cuerpo frágil que pertenece a mi memoria
me recordó que no hay mayor victoria
que saber quién es cada uno.
Miré ese cuerpo desnudo
y me descubrí en aquel paisaje gris
helada, perdida, sabiendo que no tenía nada
y que por lo tanto podía ganarlo todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario