A una semana del estreno, estoy muy orgullosa de este perro.
Hace cinco meses era solo un sueño, pero eso tienen los sueños. Dicen que perdemos un tercio de nuestra vida soñado, pero yo digo que en realidad creamos libres de las ataduras que durante el día nos encadenan. Andamos llenos de luz, pero en realidad no hacemos más que ocultarnos sometidos por nuestros prejuicios y miedos.
Y luego llega la noche y en ella las ataduras de nuestra mente se desvanecen y creamos sueños hermosos.
Tengo la fortuna de estar rodeada de seres magníficos que se permiten soñar despiertos. A todos ellos mi más sinceras gracias. Y mi admiración. Yo no sabría vivir esta vida sin soñarla.
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