Una forma diferente de mirar el mundo...

Cerramos con postigos las ventanas de nuestras mentes.
Encerramos y sometimos a los pensamientos de mil formas diferentes.
Y ellos encontraron una alternativa para brotar libres.-

domingo, 26 de julio de 2009

¿¿Juegas??...

Os propongo un juego, bueno, en realidad os invito a contarme algún que otro secreto.

Sólo tenéis que contestar unas cuantas preguntas e hilvanar las respuestas a modo de breve redacción. Sed buenos/as y participar...

Ahí van las preguntas y mis respuestas.

1.- La película de tu vida, aquella de la que te hubiese gustado ser el/la protagonista...

2.- La canción que te define, aquella que suena en tu cabeza cada vez que sucede algo importante...

3.- Un personaje literario con el que te identificas ...

4.- La época histórica en la que habrías sido feliz ...

5.- ¿Quién habrías sido en aquella época?

6.- La mejor escena de amor de todos los tiempos ...

7.- ¿Qué escena de qué película te ha hecho reir hasta la extenuación?

8.- El mejor beso de "película"

9.- Una imagen que te deja sin palabras...

10.- El dicho popular que más repites...

Respuesta:

Me hubiese encantado ser Bastian, el niño de la Historia Interminable y que muchos de los libros que he leído me hubiesen abierto las puertas para vivirlos. Bitter Sweet Shymphony, The Verve, es la canción que más suena en mi cabeza últimamente: intento cambiar, no puedo cambiar... ¿no quiero cambiar?. En muchas ocasiones me siento como el príncipe Lev Nikoláyevich Mishkin, el protagonista de "El Idiota" de Fiódor Dostoyevski, un hombre que despierta del letargo de una enfermedad y que para el resto de la sociedad es poco más que un "idiota"; al final del libro y tras comprobar la decadencia que le rodea, vuelve a sumirse en su letargo. Es difícil decidirse por una, pero... La Edad Moderna. En ella me hubiese gustado ser Lady Jane Grey (La Reina de los 9 días), nació en 1537, fue ejecutada por orden de su prima tras nueve días de reinado; tenía 16 años. La mejor escena de amor pertenece a la película "Frágiles" cuando al final de la película Calista vuelve a la vida gracias al beso de amor que le da la niña. Las pelis que más me han hecho reír son de los Monty Pythons; me resulta difícil decidirme entre la escena en el palacio de Poncio Pilatos -La vida de Brian- o la del conejo asesino de Los caballeros de la Tabla cuadrada. El mejor beso de amor ...¡um!!! el que no se llegan a dar jamás Rachel Weisz y Keanu Reeves en "Constantine". Una imagen que me corta la respiración es la de un oasis de Marruecos o Argelia a plena luz de luna. Y por último el dicho popular que más repito (no es el que más me gusta): arrieritos somos y en el camino nos encontraremos....

martes, 21 de julio de 2009

Drácula de Bram Stoker


De la biografía de Bram Stoker hay un hecho que resulta realmente perturbador; el escritor agonizaba a causa de la sífilis en una humilde pensión de Londres y aseguran que en sus últimos minutos de vida no paraba de señalar a una esquina de su habitación mientras una y otra vez pronunciaba: "Strigoi", palabra que en rumano significa vampiro.

Escribió su obra más universal en 1897, historia ficticia basada según algunas fuentes en el personaje real Vlad Draculea (Vlad el Empalador, triste y célebremente conocido por empalar a sus enemigos en unas lanzas gigantescas). Nace así el mito de Drácula una historia de un malo malísimo enfrentado a un puñado de buenos hombres y de buenas mujeres. Una historia, y he aquí el segundo hecho desconcertante de su biografía, que nace a raíz de una indigestión de cangrejos que por lo visto hizo que este irlandés tuviese grandes alucinaciones.

Y yo voy, inocente de mí, y con apenas doce añitos elijo para distraerme un par de tardes locas la reconfortante lectura de esta historia de vampiros. Y es que el muy canalla se ocultaba bajo la inocente apariencia de librito de cuentos y me susurraba desde la estantería que lo liberara de su cautiverio. Ávido por salir y aterrorizar el muy perverso no dejaba de observarme e incitarme hasta que un día, lo rescaté y abrí su encantadora portada....
Fue mi perdición pues no podía dejar de leer y a la vez me dormía todas las noches musitando las oraciones del mundo conocidas y por conocer. Acudían en mi auxilio y eso que soy atea y recitándolas en varios idiomas (algunos inventados) me dormía exhausta, con los ojos del buen conde clavados en mi tierno cuellecito infantil.
Para colmo al buen señor ilustrador no se le ocurre otra cosa que "imaginarse" al conde Drácula con la misma cara que mi padre y claro, esto me hizo alcanzar cimas de terror totalmente insospechadas. Imaginaos, yo leyendo el libro, invadida por el pánico más irracional y de repente en una de las ilustraciones en blanco y negro se desliza la tapa de un ataúd del que surge ¡mi padre!.
Está claro que el libro causó en mí una gran impresión. Y por eso cuando se convirtió en película de cine no pude dejar de ir al estreno.
Salí totalmente decepcionada. Yo iba para reencontrarme con mi perverso conde, con aquel ser malo de verdad, con aquel vampiro que muerto en vida, extraía su aliento gracias a la pausada muerte de sus víctimas. Y en cambio me encuentro con un personaje malo a medias que persigue a través del tiempo a su eterna amada. ¡Horror!. Drácula de Bram Stoker es malo. Es un animal que utiliza su capacidad racional para obtener lo único que le importa, el rojo y líquido elemento que le permite volver a la vida, imbuirse del poder, recuperar el vigor y campar a sus anchas.
Y para colmo todo el pastelazo con la voz de Annie Lenox de fondo, infumable.
La peli consiguió hacerme palidecer, pero no precisamente de pánico...

viernes, 17 de julio de 2009

Ya llegó el verano....


... y las vacaciones.
Así empezaba una inocente cancioncilla infantil que siempre que llegan estas fechas me viene a la memoria.
Llegas a la playa y miles de sombrillas te reciben furiosas, como árboles recién plantados que luchan por hacerse lugar en un bosque demasiado poblado.
Cuando consigues hacerte un lugar y plantar tu arbustillo, disfrutas de dos o tal vez cinco minutos de tranquilidad. En tu cabeza resuena el estribillo de la dichosa cancioncilla: ya llegó el verano y las vacaciones... paciencia, paciencia.
Comienzas a observar a tu alrededor; independientemente de la organización social que elijan (ya sean parejas o familias) todas las personas tienen en común que tardan más tiempo en sacar y colocar las cosas que traen para disfrutar un rato de playa, que en disfrutar del descanso en sí. Primero hay que colocar la sombrilla, eso si no se deciden a plantificar una especie de tienda de campaña para guarecerse (dicen) del sol y el viento. Yo sospecho que obedece a un irrefrenable impulso de colonizar tierras desconocidas. Y tú sigues repitiendo lo de: ya llegó el verano y las vacaciones...
Luego están las bolsas a lo Mary Poppins de la que surgen esterillas, toallas, pareo para ir de la sombrilla a la orilla del mar, cremas bronceadoras, cremas protectoras, ropa para cambiarse, zapatos para el agua, um libro, un par de revistas, gafas de sol, sombreros, mini ventiladores y muchos otros artilugios que de manera incomprensible han sido portados en la bolsa en cuestión....ya llegó el verano y las vacaciones....
Luego está la nevera con la típica tortilla, bocadillos, ensaladas, frutas, bebidas varias (cerveza y tinto de verano que no falten) y claro, para colocar todas estas cosas hace falta una mesa, sillas a juego y mantelito vayamos a ensuciar la mesa, que la arena de la playa es otra cosa. Total, hoy en día todo es biodegradable (deben pensar las personas en cuestión).... ya llegó el verano y las vacaciones...
Si vas coon niños las cosas se complican aún mucho más. Sillita, sillita de playa, una piscinita para que el nene o la nena puedan disfrutar del agua de la playa, juguetes varios... en fin que en este caso además del coche suele hacer falta un remolque para transportar todo lo necesario... ya llegó el verano y las vacaciones... maldita cancioncilla!!
Los que van a pasar el día llegan, husmean el territorio y cuando consiguen colocar todo lo que han traído es la hora de comer. Comen, recogen y claro, cuando se quieren dar cuenta llega la hora de darse la vuelta.
Los que van para pasar una temporada al tercer día de cumplir con esta tediosa y cansada rutina, se quedan el camping, piso, hotelito o similar y descansan de esta locura.
Y todo esto para tirarse al sol, como hacen los perros, remolonear un rato y descansar. En fin que...ya llegó el verano y las vacaciones....

miércoles, 8 de julio de 2009

Estrellas errantes

Las hay que pasean distraidas y que luego se congelan en un lugar determinado, como por casualidad. Son ese tipo de estrellas que siempre están cuando miras al cielo.
Son las estrellas que nos vigilan silenciosas, pero constantes.
Así que aquí dejo esto, para tod@s los que hemos nacido bajo el signo de una estrella errante... Y sobre todo para Cris, porque sé que esta canción le encanta.

sábado, 4 de julio de 2009

Mariposas


La cabeza de mi niña está llena de mariposas.
Su cabeza posee la fuerza de todas las mariposas rompiendo el aire.
Rompe el aire, sube arriba, contempla todo, comprende todo, toca todo con el susurro de las alas de las mariposas.
Todos se sumergen en el silencio cuando mi niña despliega sus alas.
Todos miran, todos callan, todos perciben la magia de un ser que no es como los otros.
Y rinden al suelo sus rodillas hechizados por el aleteo mudo de sus alas.
Rompe el aire, surca el cielo, llega lejos, muy lejos, tan lejos que a veces se pierde.
Rompe el aire, sus alas rompen el aire, lo hacen girones y mi niña se pierde, se pierde hasta que se hace inalcanzable.
La cabeza de mi niña es frágil, como las alas de las mariposas.
Y a veces, cuando se pierde en el cielo de sus tormentos, cuando su cabeza no puede parar de batirse contra el aire, mi niña se va y ya no me deja alcanzarla.
Es como si al querer acariciarla yo rompiera sus alas de mariposa.
Todos miran, todos callan, engullen a mi mariposa, porque todos son lobos con piel de cordero.
Y se rompe, se rompe contra el aire, se hace pequeña, se oculta y se escapa.
La cabeza de mi niña posee la fuerza y la fragilidad de todas las mariposas.
A veces me acaricia con sus alas y a veces no me deja tocarla.
Entona un vuelo roto que me rompe el alma porque mi niña se convierte en mariposa y yo no sé volar.
Y se va, se va dónde yo no puedo alcanzarla.
Si supieras qué a solas me siento con mi rabia, no te marcharías lejos.
Porque mi niña es fuerte y frágil. Como las alas de muchas mariposas.