
Festejamos un día, el día de la mujer trabajadora y así los otros 364 no nos pica tanto la conciencia.
Decir mujer es decir mujer trabajadora. Ser mujer ha supuesto y supone estar sentenciada a trabajar limpiando, ordenando, disponiendo, cocinando, criando y cuidando a todos y cada uno de los miembros de la familia. Y hoy en día parece que debemos "dar las gracias " porque además "se nos permite" trabajar fuera de casa.
Nacer mujer supone trabajar para superar desigualdades en todos los órdenes de la vida.
En una sociedad tan evolucionada, tan desvinculada de las exigencias biológicas tenemos que seguir escuchando que ciertas obligaciones nos pertenecen por "naturaleza". Empieza a hartar este discurso que se recita como oración marchita y rancia.
Perto todo llegará y yo espero que mis hijos no tengan que festejar nunca la desigualdad y la injusticia.
Y espero ver el día en que con orgullo pueda decir de mis hijas que son mujeres, trabajadoras y sobre todo que son iguales.