Una forma diferente de mirar el mundo...

Cerramos con postigos las ventanas de nuestras mentes.
Encerramos y sometimos a los pensamientos de mil formas diferentes.
Y ellos encontraron una alternativa para brotar libres.-

miércoles, 23 de marzo de 2011

VICTORIA

Es una mujer diminuta, de pelo blanco. Observa en silencio el paso del tiempo a través de la ventana de su habitación. La encerraron aquí hace años, cuando su única hija murió en un accidente de tráfico. Parece que su nombre le jugó una mala pasada y Victoria en realidad se paso toda su vida perdiendo.
Ahora ya no habla, pero hasta hace un par de años me contaba sus historias. Aún recuerdo la tarde que fui a cambiarle las sábanas y me llamó, con voz muy queda: "niña, ¿te he dicho que una vez tuve un amante?". La voz de Victoria me atrapa, incapaz de abandonar mis recuerdos: "si niña, una vez tuve un amante. Yo era joven y estaba soltera, pero él tenía una mujer. Él me decía que su mujer estaba todo el día triste y que ya no dormían juntos y comencé a verle. Bueno, más bien era él quién me visitaba cuando le convenía. Me dijo que me amaba niña, me dijo que yo era su alma, su vida. Me decía que yo era su paloma -recuerdo los ojos de Victoria llenos de luz y de brillo- y yo le creí niña. Me lo creí todo. A mí no me importaba esperarle en camisón, hasta las tantas de la mañana. Solía visitarme los jueves, pero a veces no venía. Solo durmió una noche conmigo fue el día de todos los santos. Hacía frío y me abrazó toda la noche -recuerdo la sonrisa muda de Victoria- y luego ya no hubo nada - la voz quebrada de Victoria aún se cuela en mis oídos y no consigo borrar de mi mente las lágrimas que bañaban sus mejillas- Nada niña, nada. Esperé su visita de los jueves, una llamada, un carta, una señal... pero nada. A las tres semanas coincidimos en una verbena niña, en la verbena del pueblo de al lado. Me trató como si fuese una conocida más y luego se puso a bailar con una amiga mía. A ella le dijo que estaba feliz con su mujer y que la quería, a mí no fue capaz de decirme nada. Y yo tampoco le dije que estaba embarazada, cogí mis cosas y me fui para siempre. Pero ¿sabes niña? desde aquel día, lloro todos los jueves, a veces dormida."

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