La generación "cajón de sastre".
Con este término se conoce a los que nacimos durante los setenta, y vivimos nuestra adolescencia durante los ochenta o principios de los noventa.
Parece como si el término quisiese abarcarlo todo sin definir a ciencia cierta nada. Somos l@s chic@s traviesos, nacidos o criados bajo las alas de una recién estrenada democracia.
Chic@s mal@s "enganchados" por encima de todo a la coca cola (entendida esta no como una bebida, sino como un estado mental, como una cultura con todas sus consecuencias).
Transgresores, maleducados, descreidos y apáticos, la generación X hemos recibido todos estos apelativos sin que se nos despeinaran los flequillos, primero permanentados posteriormente a lo grunge total.
Niñ@s rebeldes a los que casi nadie reconoce el mérito de haber "tragado" con todo, ávidos de las imágenes, de la información que nos invadía a raudales y que nosotros bebíamos con las ansias de llegar a parecernos primero a Laura Ingalls y luego al príncipe de Bel Air.
¿Y qué se podría esperar de una generación que ha tenido que lidiar con la paradoja de crecer teniendo como referente a la Bruja Avería de un lado y a Espinete de otro?
Mientras en nuestros oídos resonaban los acordes del célebre "Vamos a la cama", Nirvana y todos los que le precedieron y siguieron nos susurraban diversas formas para irnos a "dormir".
Es difícil, muy difícil elegir un himno para nuestra generación. Haciendo honor a nuestro nombre, las propuestas serán tan variadas como la duda que genera la equis.
Yo me quedo con Bittersweet Symphony, de The Verve. Es del ´97 pero para mi gusto resume bastante bien lo que significa nuestra generación....
Women in Love and Mahler ("Mujeres enamoradas" y "Mahler"
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El aura de genialidad en el que anduvo involucrado el siempre discutible,
cuando no criticado (hasta con saña) quehacer cinematográfico de Ken
Russell, ha ...
Hace 7 años