Una forma diferente de mirar el mundo...

Cerramos con postigos las ventanas de nuestras mentes.
Encerramos y sometimos a los pensamientos de mil formas diferentes.
Y ellos encontraron una alternativa para brotar libres.-

jueves, 30 de agosto de 2012

QUIERO SER

Te observo cuando crees que no te miro. Tus brazos rompen este silencio y me hacen soñar.

 Y quiero ser aire. Para rozar tu cara y susurrarte todos los secretos encerrados en mi pecho.
 
Siempre me hueles a río, a mar, a agua. Me recuerdas a las mañanas, que desvanecen la distancia que me separa de cualquier parte. Y en mi mente siempre bailas,  al compás de una música que al resto nos está prohibida.

 Y quisiera ser hierba. Para acariciar tus pies desnudos. Para que me invadas por completo.

 Sentado recibes el impacto del sol que te ilumina. Con tus manos dibujas secretos en mi piel, ahuyentas todos mis miedos y me sumerges en una sonrisa. Te imagino de rodillas sobre las piedras, musitando viejos secretos al río.

 Y entonces, quisiera ser agua. Para recibirte, para bañarte, para poseerte por completo.

Permaneces tranquilo y yo te observo. Te ríes, me río y mis ojos no pueden evitar perderse en los tuyos y desear esos labios que tantas veces he añorado. Quiero ese beso que regalas a las tardes.

Y quiero ser sueño. Para seguir imaginándote. Para ser siempre aire, hierba, agua, ese secreto que se derrame sobre tu pecho.
 


ANDAR

No me gustan los trajes de novia, una vez me probé uno. Pero no me gustó nada. Me sentí como un pastel.
Pero si me gusta pensar que esta vida es un camino.

martes, 28 de agosto de 2012

GOLFA



... seguir la trayectoria que llevan las nubes
y volver por la mañana igual que sale el sol,
veras que calentito retorcer las horas
dando patadas al reloj.
tú ...y yo estoy medio loco también
y sin otra cosa que hacer,
como un montón de palabras cogiditas de un papel.

viernes, 24 de agosto de 2012

LA HISTORIA DE LILA

Preludio para Lila. Juego libre de creación, acción del destino o el azar ¿quién sabe?

LILA Y LAS MARIPOSAS

Lila tiene la cara cubierta de mariposas.
Su abuela le ha dicho que las mariposas son seres muy frágiles y que apenas viven dos días. Pero Lila tiene la carita llena de mariposas.
Arruga su ceño, a veces llora. Pero las mariposas no se marchan.
Su madre le ha dicho que el viento que sopla por las tardes, se las va a llevar todas. Pero el viento, no sopla para Lila, que tiene la cara llena de mariposas.
Cuando Lila duerme, escucha el susurro de las alas de las mariposas. Le hacen cosquillas. La acarician por dentro, le roen el alma. Y Lila sueña despierta que las mariposas se elevan.
Lila camina, rodeada por las mariposas. Ve y no ve. Mira sin ver. Escucha sin oír. Las mariposas lo absorven todo.
¿Y si se baña en el agua?
Quizás las mariposas se marchen.
Lila reza a un dios en el que no cree. Para que las mariposas apenas vivan dos días.
Pero su padre le ha dicho que son seres curiosos. Derraman larvas que darán a luz mil mariposas. Y Lila suspira con su cabeza llena de mariposas.
Y Lila no quiere soñar, ni que le hagan cosquillas por dentro.

EL CUENTO DE LA NIÑA SIN NOMBRE

Érase una vez una niña sin nombre.
Probablemente lo tuvo en algún momento de su existencia, pero su abuela lo borró de la memoria de todos y la llamó Lila. "Serás Lila, como las flores del campo. Cómo el color de las campanillas".
Y como Lila era muy pequeña, no pudo decidir. "Seré Lila, como el color de las campanillas del prado".
A veces Lila tenía miedo. Vivía en una casa oscura, llena de habitaciones. Y por más que pasaba el tiempo siempre le parecía descubrir una nueva..."en esta habitación conservo las mantas para el invierno". Su abuela siempre aparecía cuando Lila tenía una duda. No la dejaba pensar y evitaba que la imaginación de Lila volase libre.
Cada tarde, la abuela y Lila iban al prado. Era un prado lleno de hierba fresca. Lila llevaba una rebanada de pan de centeno. A veces con jamón, a veces con mantequilla...Lila lo llevaba en la mano y cuando se sentaba y la hierba la envolvía le pegaba el primer mordisco. Ni el miedo de la noche, ni la intranquilidad de la primera luz de la mañana evitaban ese recuerdo de placer que le producía el primer mordisco de su rebanada de pan.
Luego la abuela le contaba historias. Historias raras sobre mariposas y luciérnagas:
"Cuando se escucha el aleteo de una mariposa, hay que estar prevenido. Sus alas baten el aire para llevarse el alma de los que mueren. Siempre que hay mariposas, Lila, ¡ten cuidado! atrapan el alma de los que van a morir.... así es siempre. Luego, por la noche, las luciérnagas les alumbran el camino. Para que no se pierdan. Si no fuese así, las almas quedarían perdidas en las alas de esas mariposas".
Lila escucha, devorando su rebanada de pan de centeno.
Y Lila escucha, tratando de recordar cuál es realmente su nombre.


LILA Y LAS MÁSCARAS DE SEDA

- Luego, los gusanos fabricarán un capullo. De él nacerá una mariposa -la abuela sigue contándole la historia de las mariposas a Lila- ¿Sabes? No debes dejarlas salir de la caja...


Por la mejilla de Lila se derrama una lágrima silenciosa. La imagen de las mariposas asfixiadas la persigue día y noche. Las mariposas se han hecho para volar.

-Apenas vivirían dos dias fuera de esa caja. Su cometido es poner huevos.... y de esos huevos nacerán nuevos gusanos en primavera ¿no te parece un milagro, Lila?

Lila mira a la abuela. Sigue llorando y se encierra solitaria en una habitación oscura. Nadie la entiende. Trata de recordar su nombre, su verdadero nombre... pero el aleteo de una mariposa la distrae. Lila se levanta y se dirige a la caja. Contempla los cinco capullos amarillos pegados a la pared de la caja. Las manitas de Lila se mueven con agilidad. Deshacen el capullo y convierten la seda en hilo. Hilo de mariposa con el que Lila teje máscaras.

-Las mariposas son seres peligrosos. Sus alas rompen el aire para atrapar el alma de aquellos que han de morir....

La voz de su abuela no impide que Lila teja máscaras de seda.

Máscaras que la protejan del miedo.
Máscaras que impidan que la gente pueda herirla.
A su padre no le gusta que Lila llore, eso la hace débil. Pero Lila es fuerte. Igual que las alas de las mariposas, que rompen el aire...


LILA Y LO INEVITABLE

-Es fundamental tener un nombre - el hombre de la bata blanca mira con ternura a Lila - Nuestro nombre nos ubica. Nos define....

Lila no cree en las definiciones. Son como vasos que apresan a las mariposas y las asfixian.

- Si no quieres decirme tu nombre, al menos dime de dónde vienes...

¿Y eso importa? Una lágrima brota humedeciendo la mejilla de Lila. Aún recuerda el aleteo de la mariposa. El ruido ensordecedor de las alas rompiendo el aire, batiéndose en duelo contra el calor sofocante de esa noche de verano.  Lila gritó su nombre, el nombre de niño y deseó con todas sus fuerzas que aquella mariposa se llevase su alma. El alma de aquella mujer sin nombre. Lila gritó el nombre del niño, para luego olvidarlo.

- Perder a una criatura es un trance muy duro... estamos aquí para ayudarte.


Pero no podía olvidar el gemido del niño que se perdió en su memoria. No podía. Segundo tras segundo, Lila escuchaba el lamento de aquella criatura.

-Estas cosas ocurren. Es una desgracia pero ocurren. A veces es un fallo congénito, imprevisible pero inevitable ¿me entiendes?

La inevitabilidad de lo imprevisible rompe los recuerdos de Lila. Su abuela le habla desde un rincón de sus recuerdos: "Las mariposas pondrán huevos que se convertirán en miles de larvas. Larvas que se harán gusanos, gusanos que se convertirán en mariposas. Mariposas que custodian mil vidas, mil almas.".

- No sufrió. El niño no sufrió, puedo asegurártelo -Lila se llena del color blanco de la bata de ese hombre que le habla desde hace horas. El niño no sufrió. Pero Lila sufrió por los dos. -Si me dices tu nombre te prometo que todo será mucho más rápido. Sufres un shock. Es normal. Pero localizaremos a tu familia y podrás marcharte a casa...

Soy Lila, como el color de las campanillas.



SOY LILA, JUEGO ALEGRE DEL DESTINO

Esa mujer introduce sus dedos en la vagina de Lila. Le hace daño. Pero ella no grita. A su padre no le gusta que Lila grite, eso significa que es débil. Y Lila es fuerte. Como las alas de las mariposas.

- Ya ha parido. No hace mucho. Menos de seis meses que esta criatura ha parido -la mujer se parece a su abuela. Llena de arrugas, pelo blanco y corto. Pero no tiene dientes.

- Es joven y guapa. Demasiado delgada, pero a algunos tíos eso les gusta... su cara resulta exótica y su cuerpo...-la otra mujer toca los pechos de Lila. Es muy alta y fuerte. Guapa. Tiene el pelo negro y los ojos verdes. - Y que sea muda le da un punto interesante. ¡Me gusta!

Lila se fue de ese sitio blanco al que la llevaron cuando comenzó el dolor en los riñones. La tumbaron en una camilla y pensó que se le iba a romper el cuerpo. Fue entonces cuando volvió a rodearse de mariposas de colores. Todas sobre su cara. Lila presintió que venían a por ella porque le dolía mucho. Y entonces, oyó llorar a la criatura. Al niño. Y el tiempo se detuvo. Y su alma se llenó de ese sonido y se hizo llanto de vida. Nada le había proporcionado más placer en su vida: ni las rebanadas de centeno, ni la voz de aquel hombre susurrándole al oído, ni cuando lo sintió dentro por primera vez... ´

- ¡Vestidla y llevadla a una habitación...a la roja! -la mujer de ojos verdes la miró y sonrió - que empiece esta noche. Al viejo general le gusta hacérselo con dos... que empiece a trabajar con la negra, así se le hará todo más sencillo. Al cabronazo le gusta follarse a una mientras la otra se toca. Que empiece con ella y que la negra le siga el juego.

Lila ya había huído otra vez. Cuando su abuela vio que le crecía la barriga, quiso arrancarle a la criatura...pero Lila no la dejó. Ya le había puesto un nombre, no permitiría que le arañase otro pedazo de su vida. Huyó, huyó lejos. Pasó miedo y sintió el hambre. Pero todo se desvaneció cuando escuchó el llanto de esa criatura...

- La llamaremos Lila...al fin  y al cabo es el nombre que lleva en la pulsera ¿no?. Me gusta. Me gusta Lila. Le da un toque diferente -la mujer de los ojos verdes se va-.

Pero todo se rompió cuando dejó de escucharlo. Entonces supo que aquella mariposa enorme no venía a por ella. Venía a por él. A por el niño. A por su niño. Un niño al que ella le había dado nombre. Ese nombre que gritó para luego olvidarlo, para que se perdiese dentro de su memoria. Y se fue de aquel lugar blanco para que no le doliese tanto la ausencia del niño. Se fue. Se fue. Se fue...

Y ahora vuelve a ser Lila. Un juego libre del azar. Una broma del destino.

sábado, 18 de agosto de 2012

LA HABANA

Originalmente se llamó "Me gustas tú"; pero pertenece a la serie de ciudades...

"¿Qué hora son mi corazón?; te lo dije bien clarito. Permanece a la escucha. PERMANECE A LA ESCUCHA. 12 de la noche en La Habana, Cuba; 11 de la noche en San Salvador, El Salvador; 11 de la noche en Managua, Nicaragua"
-¡Eres un gilipollas" -la rubia se pasea como una fiera enjaulada. La habitación del hotel apenas tiene 4 metros cuadrados. La rubia está cabreada, muy cabreada. -¡Imbécil! -
la rubia me mira, yo miro a la ventana...
"Me gustan los aviones, me gustas tú. Me gusta viajar, me gustas tú. Me gusta la mañana, me gustas tú. Me gusta el viento, me gustas tú. Me gusta soñar, me gustas tú. Me gusta la mar, me gustas tú."

-Pienso coger mis cosas y largarme ahora mismo ¿me escuchas? -te escucho rubia. Pero mientras me hablas, recuerdo nuestra canción; "Me gustas tú". Me gustas tú, rubia. Llevas una camiseta verde oscuro con una gran mariposa y unos pantalones cortos de color blanco. Estás morena, muy morena. Llevamos desde principio de verano sin vernos. Demasiado tiempo -No entiendo por qué vengo cuando me llamas. ¡No pienso volver! ¿Te enteras?-
Llena rápida la bolsa de viaje. Sigo mirándola. Sigo mirándote.
"¿Qué voy a hacer? je ne sais pas ¿qué voy a hacer? je ne sais plu ¿qué voy a hacer?je suis perdu"
-Siempre haces lo mismo -¿qué hago contigo, rubia?. ¿Qué hacemos? -Desapareces y cuando te de la gana vuelves a aparecer. ¿Quién te has creído que eres? ¿Qué coño soy para ti? -estoy siempre contigo, rubia. Lo que pasa que no se me dan bien las distancias y a veces no sé que hacer, ni qué decirte. Estoy perdido. Pero siempre pienso en ti -Y no me vengas con que siempre piensas en mí ¡me la suda! -
me arde el cuerpo rubia, no te acerques...muevo la cabeza hacia un lado, el jarrón que me has lanzado pasa zumbando a pocos milímetros. Joder rubia. -Y ahora me dirás que me quieres... pero ya no me lo creo. ¡Ya no me lo creo! - te quiero rubia. Aunque mi silencio no te baste.
"Qué horas son, mi corazón.Me gusta la moto, me gustas tú. Me gusta correr, me gustas tú. Me gusta la lluvia, me gustas tú. Me gusta volver, me gustas tú. Me gusta marihuana, me gustas tú. Me gusta colombiana, me gustas tú. Me gusta la montaña, me gustas tú. Me gusta la noche, me gustas tú."
-Estoy cansada y harta ¡harta! -te recoges el pelo antes de seguir lanzándome objetos. Me levanto. Parar las embestidas sentado es complicado -No sé que coño te ha pasado esta noche -no sigas por ahí, rubia. Mejor olvidarlo. Prefiero quedarme con el recuerdo de lo que hacíamos justo antes. Hemos ido a la playa, a dar un paseo. Nos hemos metido en el agua. Aún noto tu piel resbalando en mis manos... el sol cayendo. Y la música...
"¿Qué voy a hacer? je ne sais pas ¿qué voy a hacer? je ne sais plu ¿qué voy a hacer?je suis perdu"

-¡Y no te molestes en volver a llamarme! No pienso venir ¿me escuchas? -te escucho rubia, pero estoy demasiado ocupado capeando el temporal. Ahora me lanzas tu ropa. Tu olor me vuelve loco. -Me he metido en ese puto chiringuito para tomar un mojito. Pero el señor no soporta que otros me miren -no es eso, rubia. No lo entiendes. Has salido del agua, resbalándote de mis brazos. Me has dejado con las ganas. Siempre lo haces. Ni siquiera te he visto ponerte la ropa. Te has metido en el chiringuito y cuando he ido a buscarte ahí estabas, bailando. Rodeada de tíos. -¡Pero esta es la última vez! ¿Te enteras?
"Qué horas son, mi corazón. Me gusta la cena, me gustas tú. Me gusta la vecina, me gustas tú. Me gusta su cocina, me gustas tú. Me gusta camelar, me gustas tú. Me gusta la guitarra, me gustas tú. Me gusta el regaee, me gustas tú"
-¿Quién te has creído que eres para sacarme de esa manera del puto chiringuito? Solo estaba bailando. ¿Estás loco o qué? -si, rubia. Loco por ti. No me molesta que te miren. En realidad me gusta. -¿Me estás escuchando? ¿Piensas decir algo?
-lo último que vuela hacia mi cabeza es un vaso. ¡Rubia, qué cerquita ha estado esta vez!
"¿Qué horas son, mi corazón?. Qué horas son, mi corazón?. ¿Qué horas son, mi corazón?"

-Es la última vez que me haces algo así. Gilipollas ¡eres un cabrón! -vienes hacia mí enfurecida. Noto tu rabia, el fuego en tus ojos. Cierras las manos y comienzas a golpearme. ¡Ay rubia!. A la tercera te paro, sujeto tus manos. Te llevo contra la pared. Esta habitación es pequeña, muy pequeña. Sujeto tus manos contra la pared, tres segundos. Me miras, tus ojos arden. Tratas de resistirte. Suelto las manos y agarro tu cabeza, justo a la altura del cuello. Con fuerza. Te beso. Quiero ese beso que no me has dado en el agua. Tu boca me responde, llena de rabia. Me gustas rubia. Me gustas tú...
"Radio reloj. 5 de la mañana. No todo lo que es oro brilla, remedio chino e infalible"
Al final me muerdes. Esta vez no llegas a hacerme sangre. Joder rubia ¡me gustas!
-¡Cómo me gustas, loco! -Me lo dices susurrándome en la oreja...-Me gustas tú.

miércoles, 15 de agosto de 2012

PETRA



No me fascinaba la belleza.

En un año había visitado veintiocho ciudades reconocidas mundialmente por su hermosura. Me había acostumbrado supongo. Ya no me sentía deslumbrado.

No me sentí deslumbrado por su belleza. No fue eso. Fue otra cosa.

Petra. Piedra. Esperaba lo que vi. Y mi retina saturada de mil imágenes, apenas si se inmutó. El calor sofocante me hizo desear con todas mis fuerzas abandonar Petra aún cuando mis pies apenas la habían rozado.

El hotel era de lujo. La agencia se había portado. Soy columnista. En un periódico de una ciudad sin alma. Y las ciudades sin alma no tienen nombre. En ellas, el nombre es un alarde, un adorno. Me dedico a recomendar destinos para los viajeros indecisos.

Petra. Sin duda la iba a recomendar encarecidamente. Tomaba una bebida fría pensando en la mejor época del año para recomendarla... y entonces la vi. Y me fascinó.
A mi alrededor despareció el calor sofocante. Me noté helado. La miré, me miró. Derramé unas monedas sobre la mesa de aquel local olvidado en las angostas calles de Petra y la seguí. Como un loco. Pero ella no se asustó.

Llevaba el pelo rojizo recogido en un moño alborotado. El cuerpo encharcado en sudor. Han pasado más de veinte años y recuerdo perfectamente nuestro primer encuentro. Giró rápida en una esquina y yo aceleré el paso. Me estaba esperando. Cogió mi mano, tiró de mí y me besó con fuerza. Directamente en la boca. Al separarse de ese primer beso profundo, me mordió el labio:
- ¡Vamos!- me cogió la mano y me arrastró hacia lo que parecía un tugurio. Una habitación pequeña perdida en la inmensidad de Petra. Allí fue nuestra primera vez.

Lo recuerdo todo, como si en mi cabeza estuviese sentenciada a recordar esa primera vez cada segundo de mi vida. Me arrancó literalmente la camisa, con el pantalón fue un poco más piadosa. Rápida, segura, precisa. Me mordió todo el cuerpo y dos semanas más tarde, cuando regresé a casa, aún tenía cicatrices de aquella tarde que se prolongó hasta bien entrada la noche. Me poseyó con rabia, de una manera salvaje y entonces comprendí lo que me fascinó de ella. Su alma. Su fuerza. Ese espíritu indómito que provocaba a la roca de la que surgió Petra.

No cerró los ojos en ningún momento. A veces me miraba llena de ira, a veces lasciva, a veces exhausta. Solo los cerró un instante. En el mismo segundo en que sus dedos se clavaron en mi pecho y su cuerpo se arqueó en señal de victoria. Esa que consiguen los amantes cuando alcanzan el placer.

Cuando abrí los ojos se había ido. Solo una nota: "Estambul. 30 diciembre." Y el nombre de un hotel y el número de una habitación. Allí tuvo lugar nuestro segundo encuentro. Tan intenso como el primero.

Yo me decía que era solo sexo. Sexo fascinante, una experiencia única. Me repetía una y otra vez que si dejada de vivir esos encuentros, estaba loco. Lo que sentía cuando estaba con ella era superior a cualquier otra sensación, otro hecho, otro pensamiento. Superaba cualquiera de mis deseos y fantasías.

Por las noches me quedaba despierto, con los ojos bien abiertos. "Sólo es sexo". Pero era mucho más. En vela recordaba cada milímetro de su piel morena. El brillo de sus ojos, los mechones de su pelo. Juro que podría nombrar de memoria cada cicatriz de su cuerpo, cada lunar, cada recoveco. Mi matrimonio con Sara terminó ese mismo año. Nunca le confesé lo que viví en Petra. Nunca le dije que tras Petra y Estambul, vinieron muchas otras ciudades. Pero ya no era solo sexo. Era algo más. Y mi vida comenzó a tener un solo sentido: ella.

Jamás supe su nombre. Nunca me lo dijo. Apenas se reía. A veces lloraba, en silencio. Sus palabras eran escuetas y se limitaban a describir nuestros juegos prohibidos. Palabras sucias. Palabras que me excitaban como jamás me había excitado nada. Salvo sus miradas. Salvo sus manos. Su boca...

Nunca me dejó tomar la iniciativa. "Esta historia solo tiene una regla: yo juego. Tú limítate a disfrutar". He recorrido el mundo perdido en sus ojos. He rememorado cada partícula del polvo que compone Petra por si acaso me encontraba su nombre. Un nombre que pudiese permitirme un pedazo de su alma. Pero ha sido inútil.

Hace cinco años que ya no la veo. A través de cada uno de nuestros encuentros la he visto envejecer. Colmarse de arrugas, perder la suavidad de su piel, llenarse de canas.... pero jamás ha perdido el vigor que me cautivo. Ese brillo en sus ojos que la hacían fascinante. Y el paso del tiempo me ha mostrado cuanto he llegado a amarla. Cuanto la amo pese a haber sido un turista en su vida.

Hace cinco años que vago sin rumbo buscándola desesperado en cada uno de mis destinos.

Hoy he vuelto a Petra. Hoy mis pies la visitan con ansia. Recorro exhausto cada una de sus calles. Reconozco a la primera la esquina en la que me besó por primera vez y mis manos tocan la pared, no siendo que las piedras sean capaces de contarme dónde se encuentra.

Pero las piedras de Petra permanecen mudas. Y errante persigo en sus calles el nombre que me permita librarme de tu recuerdo. Tu nombre.


martes, 14 de agosto de 2012

ÉVORA

Escrito en 2007, Évora pertenece a una serie de relatos sobre ciudades.

Évora.
Llegamos a Évora de noche. El hostal apestaba a humedad, pero fue lo único que encontramos a esas horas.
Un cuarto inmenso, oscuro y frío. Una mampara que separaba una cama metálica de la bañera. El váter estaba fuera, en un pasillo demasiado largo.

Me propusiste ir a Évora para hacer fotos de su muralla. La visité siendo una niña y la recordaba como si se tratase de una postal.

-¡Vamos!-me dijiste una tarde - cogemos el coche y nos perdemos un par de días. Podemos ir a Évora. Me han dicho que se puede hacer una excursión nocturna y fotografiar una lluvia de estrellas... y el amanecer de Évora, que por lo visto es increíble...

Nada más llegar paseamos y nos perdimos por Évora. Dicen que Évora nació del lamento del viento, que susurró sobre el sur del país un pensamiento triste, un secreto. Pero a mí me parece que es una ciudad hermosa. Piedra, olor a sal, olor a inmensidad . Pero no me parece una ciudad triste.

Rodeamos la muralla y recorrimos el empedrado de las calles de esa ciudad esculpida por el viento. Recuerdo que nos sentamos en una fuente. El chapoteo del agua, tu sonrisa, el sabor de tus labios....lo recuerdo todo.

Llegamos al hostal pasada la medianoche.

Subo y me doy una ducha. El agua sale fría y oxidada, al principio es de colo rojo. Pero llevo todo el día andando y no soporto mi propio olor. Me pongo una camiseta larga que saco de la maleta. Lo primero que pillo. Creo que es tuya, huele a ti.

Casi sin darme cuenta me quedo dormida. Estoy agotada.

Lo siguiente que recuerdo son tus manos recorriendo mis muslos. Apenas me he tapado con la sábana blanca que huele a lejía. Tus manos recorren mis muslos, suben ágiles, y en un segundo la camiseta que llevo cae sobre el suelo.

Tu boca se posa en mi cuello. Noto tu respiración agitada, el peso de tu cuerpo sobre mi cuerpo. Tus piernas separan las mías. Presionas tu cuerpo sobre el mio.

Acaricias cada rincón de mi piel. Estoy cansada, pero tus manos me despiertan. Retiran todo el cansancio del día. Me calman. Me excitan. Hoy te noto diferente.

Dicen que Évora surgió del susurro triste del viento. Y de tu susurro en mis oídos nace el compás de mis caderas. Y me dispongo a recibirte.

Siempre me penetras con urgencia, como si nos faltase el tiempo. Pero hoy parece que se ha detenido. Tu pecho se mueve rápido, mi cuerpo se arquea, y te deslizas dentro de mí con mucha suavidad. Parece que no hay tiempo. Parece que todo es infinito: tus manos, el silencio, el beso que atrapa mi lengua con la tuya.

Y me meces dentro de ti. Como la ola sobre la arena. Como el sol ocultándose tras las murallas de Évora. Como esa canción que no se va de mi cabeza.
Susurras al oído mi nombre. Y un "te quiero" que se esculpe en mi mente.
Y te derramas. Y noto que me invado de una sensación tan grande como la que vió nacer a Évora.
Me duermo acunada en tus brazos. Y ya no me importa nada.

El día me sorprende con toda su intensidad. Oigo la ducha y siento el olor oxidado del agua. Te estás duchando.

Mi mente aún está atrapada en tus brazos. Toco mis muslos que áun están húmedos. Pequeños restos de cuando ayer mi hiciste el amor. Creo que hasta ayer nunca lo había notado con tanta intensidad. Sonrío. Mi memoria pasea por cada una de tus caricias, tus besos, tu boca...

Me levanto y me cuelo en la ducha. Te beso la espalda. Te vuelves sorprendido. Te beso, me besas.

- ¿Ya te has despertado? -me miras sonriente- ayer caiste rendida...-sonrío- imposible arrancarte para el paseo nocturno.-Te miro sin comprender- Si, la excursión... al final me fue con un par de italianos. Hemos pasado la noche fotografiando la lluvia de estrellas y el amanecer de Évora. ¡Increíble! -Me separo de tí y no comprendo, debes notar mi cara -¿Qué pasa? -sigo sin comprender- ¡ya lo sé, debía haber insistido más! Pero te ví tan cansada y dormida que decidí no insistir....necesitabas descansar...


Dicen que Évora nació del lamento del viento, que se deramó sobre la tierra, como si fuese un pensamiento triste, un secreto.

sábado, 11 de agosto de 2012

NO ME COMPARES

* No es bueno ir tan maquillado

* Lo del piano en llamas más que relajar te altera. ¡Qué angustia!.

* Y no me cuadra lo de los muebles tirados por la arena que una no sabe si han crecido a modo de hortalizas o han caído de alguna nube radioactiva... y muebles y más muebles y de repente ¿un coche?... no sé, da la sensación de que va a aparecer tu abuela con mesa camilla incorporada....

Pero la canción es bonita. Y la letra también.


miércoles, 8 de agosto de 2012

THANK YOU

Siempre que pienso en agradecer algo, me viene a la cabeza esta canción. Pocas veces pienso sin una canción de fondo....creo que la culpa la tiene mi padre, que me ponía música a todas horas. Y aprendía a pensar con banda sonora...

Cuando fuimos al certamen de Bodonal y tuve el inmenso placer de ver a todo el público de pie, aplaudiendo y gritando "bravo", supe que tenía que volver. Era la forma de agradecer tanta generosidad. Era la forma de mostrar mi respeto y admiración por un pueblo tan volcado en su certamen de teatro pues por desgracia, eso no es habitual.

Pero lo que viví allí me desbordó por completo. CINCO PREMIOS. El primero fue el de MEJOR OBRA. Para mí era el más deseado, pues reconoce el trabajo complicado de un grupo de diez locos que nos metidos de lleno en un proyecto que ha sido difícil. Muy difícil.

El segundo fue el de MEJOR ACTRIZ...me hizo una ilusión infinita recogerlo en Bodonal, pues ese día lo interpreté con toda mi energía. Se lo dedicaba a alguién que no podía estar allí y me concentré en imaginármelo entre el público.

El de MEJOR ACTOR SECUNDARIO a mi compañero Rolando, fue el que me hizo más cosquillas por dentro. Por muchos motivos, pero sobre todo porque, tal y como dije, es uno de los papeles que más ha crecido y crece y eso demuestra muchas cosas. Sobre todo la capacidad de no perder la ilusión por mucho que se repita la historia y eso, eso tiene mucho mérito.

Para Ché me traigo el de MEJOR VESTUARIO... yo lo pensé y ella hizo parte. Con dedicación, con amor, con exigencia... aquí lo tengo, listo para que luzca en el salón de su casa. Justo como me pidió antes de iniciar mi viaje...

EL PREMIO DEL PÚBLICO fue el que terminó de emocionarme. Significa el respeto, la admiración, el merecimiento por parte de todas esas personas que son el motor, el fin y la razón por la cual nos subimos cada día a un escenario. Al acordarme sigo emocionándome. Y seguiré haciéndolo por mucho tiempo.

Para lo que no tengo palabras es para el calor del público que aplaudió cada uno de los premios. Los propios y los de los grupos compañeros. Las caras de alegría, los aplausos, las risas, la generosidad, la entrega, la ilusión....

Gracias a todos: a Che, a Paca, a Rolan, a Yola, a Grego, a Nacho, a Carmen, a Inma, a Javi, a Sandra...por formar parte de este proyecto y por haber creído en esta historia. Por haber superado baches, por haberme seguido incluso cuando las cosas no estaban claras. Por estar ahí, por estar siempre ahí.
Gracias a mis hijos, sin ellos todo lo que hago carece de sentido. Ali, Emma y Daniel.
A mi madre y a mi hermana por respetar esta pasión que a veces consume. Mi madre siempre me dice "a ver si paras un poco ¿no?"... pero ahí sigue, aunque a veces se pierdan y aparezcan por la parte de atrás para saludarme. Pero siguen ahí. Siempre.

Al chico que me hizo las fotos y que sujetó todos los trofeos... para él especialmente interpreté ese día y para a él especialmente iba dedicado mi premio.

No hay sitios grandes o pequeños. No hay escenarios mejores o peores. Somos las personas las que hacemos grandes las circunstancias que nos tocan vivir. Y esta en concreto ha sido enorme.

Gracias.

martes, 7 de agosto de 2012

GRACIAS


Por hacer esa pila de kilómetros sin haber dormido. Por acompañarme pudiendo estar en cualquier otro sitio. Por estar en los momentos buenos. Por estar en los malos, que eso si es complicado. Por perderte un montón de fiestas y momentos. Por poner buena cara escuchando a "Yumara". Por darme la mano. Por estar sentado en una silla incómoda durante dos horas cuando te duele todo el cuerpo. Por devolverme la sonrisa, que eso no es fácil. Por atreverte. Por venir. Por hacerme sentir. Por escucharme. Por hablar. Por enseñarme lo hermoso que puede ser un beso.  Por acompañarme a mirar mariposas. Por entender mis manías. Por esta sonrisa. Y por todas esas cosas que no puedo nombrar. Y las que me olvido. Y las que recordaré luego....y las que me callo porque son nuestras. Ayer quería decirte todas estas cosas, pero la cabeza me iba muy rápido....
Gracias, te quiero!