Y no, yo no piendo ofrendar mi premio a los dioses. A mi me correpondió el de mejor actriz y si os dijese que no tengo palabras para agradecerlo, me quedo corta. Es cierto que optaba también al de mejor dirección, pero tal y como dije al recoger el premio: "no sabéis la ilusión que me hace recibir este premio, pues aunque también dirijo, a mí lo que realmente me gusta en interpretar".
No se explicar lo que me sucede cuando mi cuerpo se aproxima a un escenario. Mi sentidos se incendian, se ponen alerta. El olor a teatro, la luz tenue, los focos, el sonido de mis pasos sobre las tablas... indescriptible.
Tal y como dijo Rubén Hinojosa (organizador y presidente de Alcalá Teatro, la asociación encargada de dar vida al Certamen de Teatro de Alcalá la Real), un director/a comienza el trabajo cinco o seis meses antes que el resto. Elige obra, reforma el guión o lo reinventa (según el caso), elige actores, inventa escenas, piensa en la luz, la escenografía, el vestuario... son tantas cosas que a veces la gente no se imagina el trabajo que llevas a cuestas. A veces mi cabeza parece un gran rascacielos lleno de vecinos que se gritan unos a otros, que cogen el ascensor, que suben y bajan rápido y es como si yo tuviese que tejer la vida de todos ellos y hacerlo con precisión.
Mi función como directora en Mucho ruido y pocas nueces ha sido un proceso complicado: he llorado, he reido, me he sentido tan cansada que me creía incapaz de salir de la cama al día siguiente, he disfrutado, he conocido gente maravillosa y he estrechado lazos con gente que apenas conocía.
Pero recibir el premio a la mejor interpretación femenina, un premio que me llena, que me hace ilusión que me hace FELIZ ... eso lo recompensa todo. Me hace feliz porque durante un año tenía la sensación de que abandonaba a Beatriz (mi personaje) para dedicarme al resto. Ayer, al recoger el premio sentí ganas de gritar, de llorar, de reír y sobre todo, MUCHAS GANAS DE SEGUIR ADELANTE en este mundo que me apasiona.
Y este premio, lo considero un poquito de todos puesto que un personaje no luce si no es en contrastada armonía con el resto que compone la escena. Así que ¡enhorabuena y gracias! a Mónica por haber aceptado un reto con una valentía que todavía me asombra, a Ramón por su serenidad, por sus historias y por las picotas que siempre lleva en el bolsillo, a Plácido porque siempre lo recuerdo sentado entre bambalinas, mirando a escena, rectificando con una seguridad y paciencia, a Koka por implicarse a pesar del poco tiempo que le queda, porque sin el vagaríamos a oscuras en escena, a Antonio por su entrega generosa, a Alicia porque cuando está ella todo parece más seguro, más estable, a Anita por su buen humor, a Norberto que ayer recibió el premio al mejor actor secundario (cuando lo tengo cerca pocas cosas me parecen difíciles), a Encarni por su fuerza, por sus bromas, por ser esa mano que siempre me sujeta (gracias amiga!!) y a Fran que ayer recibió el premio al mejor actor principal. A él, porque teniéndolo en frente, mi personaje ha crecido y se ha consolidado. A él porque cuando trabajas con un compañero tan exigente como él, una sola mirada en escena basta para predecir un movimiento, una frase, un pensamiento.
GRACIAS A TODOS/AS. Es un placer actuar con vosotros, en serio.
Y como bien dije ayer, gracias a todos/as lo que construyen el Torreón de puertas adentro: a Lola y Miguel porque han estado ahí SIEMPRE. Daba igual la hora, sitio o lugar; al terminar la función mirabas hacia arriba y ahí estaban ellos. A Pepe por ser una especie de mago capaz de vencer todos los inconvenientes (y de aprender los oficios de iluminador en cinco minutos).
Y sobre todo a EDU, el artífice de una gira sin precedentes para un grupo de nuestras características. Por su tesón, su constancia, su esfuerzo y su trabajo. Por ayudarme a crear una Beatriz mágica, sentado en el sofá hasta las tantas de la mañana y diciéndome: "vamos, puedes hacerlo mejor". Por ser el hombro en el que me he apoyado, porque ha subido montañas cuyas cimas parecían imposibles. GRACIAS.
A mis hijos, por su alegría y por la ilusión que me aportan a diario.
Y a todos aquellos que se incorporan de manera eventual o de cara al futuro en este grupo que cada vez crece más y más: a Javi, a Inma, a la otra Inma, a Mc Giber, a Fran a todos ellos más y más gracias. A Pablo por seguirme en la distancia y darme ánimos en cada uno de sus post y sus mails (no sabes de cuánto ánimo me sirven).
No pienso ofrendar mi premio a los dioses, claro que no, pero....¿SE NOTA QUE SOY FELIZ?