Una forma diferente de mirar el mundo...

Cerramos con postigos las ventanas de nuestras mentes.
Encerramos y sometimos a los pensamientos de mil formas diferentes.
Y ellos encontraron una alternativa para brotar libres.-

jueves, 29 de enero de 2009

Paz

Hoy parece un insulto hablar de paz.
Se ha perdido su sentido y a veces me da la tremenda sensación de que la utilizamos como una marca más, pervirtiendo su sentido, olvidando su origen. Es una palabra de uso obligado, la enseñamos, la celebramos, la utilizamos hasta saciar el hambre de nuestra mala conciencia pero no la practicamos.
Medio mundo muere asolado por las guerras. Medio mundo celebra el día de la paz. ¿No es trágico?
La paz son letras, canciones, dibujos y un día más que celebrar en esta parte del mundo que la disfruta con una normalidad que a veces da rabia. La paz es una necesidad, una ilusión, una meta inalcanzable un sueño para todos los niños y niñas, los hombres y las mujeres de esa parte del mundo que padece la guerra.
Y creo que en esta vida loca, que en este mundo ilógico, la paz debería ser un derecho universal, no un lujo al alcance de unos pocos.

lunes, 19 de enero de 2009

El tango de las verguenzas

Cuando me cuentan algo que me da mucha verguenza ajena, imagino la situación aderezada con una canción de fondo y, no me preguntéis porqué, suelo soñar un tango. Un tango amargo, el tango de las verguenzas.
Un tango que todos y todas hemos bailado y del que generalmente deseamos olvidar los pasos que lo hilvanan dándole ese sentido ácido y real tan característico del tango arrastrado.
Y creedme, cuando un grupo de personas se juntan para despellejar a otra con el único interés de hundirla, de echarla, de arrinconarla para ocupar el lugar que deja, yo les diría: a bailar, a bailar el tango de las verguenzas, a bailarlo para librarse de tan poco sentido de la ética y de la humanidad, a danzarlo para caer exhaustos, rendidos, en busca de un poco de la dignidad que han perdido, a ver si con suerte la encuentran por el suelo.
A los que no entendáis el sentido de mis palabras os pido el esfuerzo de aplicarlas a alguna situación de vuestras vidas aunque espero de corazón que no tengáis muchos episodios que precisen de la banda sonora del tango de las verguenzas.

martes, 13 de enero de 2009

El largo camino gris

Algunas veces me da la sensación de nadar contracorriente. Me siento rara, extraña, como si mirase el mundo desde fuera, desde una perspectiva diferente.
Creo sinceramente en la posibilidad de cambiar las cosas, de mejorarlas, pero observo a mi alrededor una apatía tan generalizada que asusta. A mí me da miedo constatar la pasividad de la gente, el "¿para qué vamos a hacer nada?", la fragilidad de las intenciones y la total falta de ganas de mejorar lo que nos rodea.
Tal vez sea el cansancio, la pereza o que simplemente nos convertimos en ese cómplice silencioso que consiente porque sabiendo que las cosas están mal se calla, no dice nada, no hace nada. Nos limitamos a andar por el camino de la resignación, camino gris pero sencillo.
De vez en cuando, al terminar el día, me siento rara, extraña, mirando el mundo desde fuera y me gusta recordarme a mí misma que creo sinceramente que las cosas pueden cambiar, pueden ser mejores y que tenemos la obligación de intentarlo.

domingo, 4 de enero de 2009

Navidad



La navidad se ha convertido en una especie de carrera jalonada por miles y millones de cenas, festejos y copas. Es la pasarela idónea para alardear de todo lo que se tiene y de todo lo que no se carece.

Las buenas intenciones, que nunca faltan, se sacian con algún que otro buen acto que consigue relajar nuestra falta total de conciencia. Pero en navidad creemos que poseemos conciencia, creemos que somos buenos y se nos salta la lágrima fácil cuando vemos por la tele toda la desdicha, tragedia, pobreza, hambre y desesperación. Cuando estas imágenes consiguen conmovernos entonces pensamos que somos buenos y gozamos de un instante de respiro, de coger aire para seguir compitiendo en la carrera de las fiestas, los regalos inútiles, el derroche por el derroche y el "a ver quién pone más comida" en las tradicionales fiestas del despilfarro y la gula.

Que nadie se engañe, las teles disfrutan poniéndonos esas imágenes de "lo peor" del año, verdaderas tragedias humanas que nos muestran con toda clase de detalle y con una extraña e irónica perversidad definida por mostrar el escenario más macabro mientras el televidente se atiborra como un cerdo. Y cuanta más tremenda es la realidad tamizada por la pantalla de nuestro televisor, más y más audiencia tiene el programa en cuestión.

En fin, navidad, dulce navidad.